1996 - 31 de agosto - 2014

PATRIA O SAQUEO!!!

sábado, 8 de noviembre de 2014

Si hubiera que personificar a la Patria seguro tendría mucho de la compañera Bonifacia

Nacida de las entrañas de la tierra profunda, allá entre Salta y Jujuy. 
Según contaba ella, según lo sentía -ya que los papeles difusos y confusos de la época le dan vida en Caimancito, Ledesma, por 1955-, su padre la tuvo de pibe, a los 18 años, no tuvo madre, tuvo dos abuelos y dos testigos, asentada en un Regimiento. 
Su vida fue extremadamente difícil y sus anécdotas eran terribles. Algunos que nacimos en otras épocas y que la vida se nos dio de otras maneras, no podemos entender cómo se las sobrevive, ni de dónde sale la fuerza para resistirse a la muerte.
Huérfana, abandonada, entregada, maltratada, súper explotada, hambreada, superó todo para convertirse en un ejemplo de mujer.
MADRE de 12 hijos biológicos y miles de hijos adoptados, siempre preocupada por alimentar a los pibes, en su sentido más amplio de lo que alimentar significa. No era solo el pan, que tanto costaba conseguir.
Alimentar es proteger, criar, atender, dar cariño. Es priorizar a los más débiles, es enseñar a compartir hasta las migas, es un acto de enfrentamiento con este capitalismo al que todos esos hijos le sobran y por lo tanto le sacan la comida de la boca.
Boni los alimentó, los hizo grandes y fuertes. Ella peleó contra la muerte en cada porción de guiso, en cada día del Niño en el que no podía dormir pensando cómo darle a esos pibes lo que se merecen pero no tienen.
“Los pibes tienen que comer” parece una frase obvia, hasta trillada. Sin embrago aprendimos que para algunos es toda una definición, es una responsabilidad histórica, ya que todos acompañamos esta premisa.
¿Pero quién le da de comer a los pibes? ¿De dónde sacamos esa comida?
Y esto fue su preocupación hasta sus últimos días.
SOLIDARIA. Capaz de meterse en cualquier quilombo, sea muy conocido o poco conocido, necesitaba tomar parte y hacer algo.
Ante la mujer golpeada, el pibe acusado de lo que no hizo, el que se perdió, el que estaba enfermo, el que lo habían echado del trabajo, el que necesitara ayuda…todos acudían a ella.
No dejaba a nadie tirado.
Los estigmatizados, los excluidos, los enfermos, esos que aun entre los pobres muchas veces son discriminados, eran recibidos por Boni. Así se ganó el amor y respeto de tantos.
COMBATIVA. Llevaba más de 15 años en nuestra organización, en Quebracho y en la CTD Aníbal Verón. Se sentía fundadora de un nuevo movimiento popular. Porque lo era.
Fue protagonista en el nacimiento del Movimiento Piquetero en La Plata, construyendo desde abajo, desde PUENTE DE FIERRO, uno de los barrios más pobres de la ciudad, los grandes hechos históricos de los últimos años, como el 19 y 20 de Diciembre y el Puente Pueyrredón. Allí estuvo.
Gran organizadora, en mejores y peores momentos, la que más gente tenía a su cargo. Totalmente decidida a la hora de salir a la calle.
Boni sabía, porque nos lo había enseñado, que no tenemos mucho que perder, que lo único que tenemos es la obligación de ganar la definitiva independencia, solo así la vida transciende la carne.
FORMADORA. Con la vitalidad de una piba Bonifacia nos amoldo a muchos en lo que significa militar en los barrios. No tenía ningún estudio, en los últimos años se había sentado a aprender a leer y escribir con los compañeros que armaron la Escuela Popular.
Entre terca, dura y perseverante iba aprendiendo. Nos taladraba la cabeza para que encontráramos el equilibrio entre la teoría, el discurso, la idea y la acción, los bifes. Y si nos excedíamos con alguno de los aspectos, nos iba corrigiendo.
Nos enseñó a caminar el barrio, golpear puerta por puerta, estar activos desde temprano hasta tarde, desde revolver la olla hasta conducir la columna de la CTD enterita. Sabía cómo hacer una vereda y como sacarle recursos al intendente.
Nos enseñó que aunque el alma este llena de dolor no se tiene que notar. Ser débil es darle ventaja al enemigo.
Era bien integral y bien humana.
Esta compañera que fué parte de esas historias de los Nadies, como dice Galeano, y fue tan especial a la vez.
Su personalidad era muy particular, por su carácter y perseverancia, por su entrega y compromiso, por su fuerza y decisión.
Estará presente en todas las batallas que nos quedan, que debemos dar con el dolor a cuestas de haber perdido a una gran madre, a una gran mujer, a una gran compañera.

Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos.
Y partir de este momento es prohibido llorarlos.
Que se callen los redobles en todos los campanarios.
Vamos cumpa carajo!!
Que para amanecer no hacen falta gallinas sino el cantar de gallos.
Ellos no serán banderas para abrazarnos con ellas.
Y el que nos las pueda alzar, que abandone la pelea.
No es tiempo de recular, ni de vivir de leyendas.
Alí Primera, cantor popular venezolano

Laly Machado


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